Cuando hablamos de la ropa de cama debemos diferenciar entre el verano y el invierno. En estas épocas experimentamos temperaturas muy distintas, por lo que debemos utilizar soluciones que se adapten a cada momento del año.
Evitar tejidos que aporten más calor del necesario o utilizar un edredón de verano son sólo algunas de las soluciones. Vamos a repasar a lo largo del post la ropa de cama que mejor se adapta para estos meses calurosos. ¡Así podrás descansar durante las noches de altas temperaturas!
Apuesta por el lino
El primer aspecto en el que debemos fijarnos a la hora de elegir ropa de cama para verano es en el tejido. Los materiales de las sábanas influirán directamente en nuestra temperatura corporal.
Por ello es aconsejable optar por el lino. Esta tela es ideal para las épocas calurosas, ya que absorbe rápidamente la humedad, ayudando a que nuestro sudor se evapore rápidamente de nuestro cuerpo.
En verano sudamos con más frecuencia, y es precisamente la evaporación de este sudor el que permite a nuestro cuerpo mantener una temperatura corporal estable.
Además, el lino tiene la ventaja de que se seca con rapidez. Esta es una característica ideal para los meses de verano. Disponer de una sábana seca ayudará enormemente a nuestro confort por las noches.
Utiliza un relleno nórdico de verano
¿Sabías que existen rellenos nórdicos específicos para el verano? Se trata de un tipo de edredón pensado para ser utilizado en los meses más calurosos.
Gracias a sus características protegerá del leve frío que puede hacer por las noches de verano, pero evitará que pases calor cuando las temperaturas son moderadas.
Lo ideal es hacer el cambio de edredón en a finales de la primavera. En esa época nos encontramos con temperaturas muy dispares, y un edredón de verano cumplirá con la función a la perfección.
Para elegir el mejor edredón deberás fijarte en el gramaje, buscando el que tenga el menor valor. De esta manera conseguirás un nórdico ligero.
Además es importante que sea altamente transpirable. Esto ayudará a evacuar el sudor de tu cuerpo y tener una mayor sensación de frescor.
Coloca una colcha
Un edredón de verano es una fantástica solución, pero si el clima en el que vives es muy cálido puede que te sea suficiente con una colcha sobre la cama.
Esta ropa de cama está pensada para proteger en los momentos más frescos de la noche, pero sin que pases calor al comienzo de la misma.
Como es un elemento más fino que el edredón aportará un grado menos de protección frente al frío. Esto lo convierte en la solución ideal para muchas viviendas.
Otra de las ventajas es su gran variedad de estampados. Podrás elegir el mejor diseño y así darle un aspecto único al dormitorio. Y si te interesa este punto puedes ver todas estas ideas para decorar una habitación de adultos.
Elige sábanas bajeras de satén
Cuando pensamos en el calor del verano siempre ponemos nuestra atención en la ropa de cama que queda encima de nuestros cuerpos, pero las sábanas bajeras también son importantes.
Piensa que esta sábana supone la mitad de todo el contacto que tienes con la ropa de cama. Por eso es fundamental que este elemento esté también adaptado a las altas temperaturas nocturnas.
Una buena elección son las sábanas bajeras de satén. Este tejido no es más que una mezcla de otros tejidos, pero que en conjunto ofrece unas fantásticas propiedades para afrontar las noches calurosas.
Ten en cuenta que siempre estarás en contacto con la sábana bajera, incluso en las noches en las que duermas destapado. Por eso deberías tener en tu armario algunas de satén.
Cuidado con las fundas de las almohadas
Durante todo el post me he referido a las sábanas y los edredones que debes utilizar en verano, pero hay un elemento que no debes dejar de lado: las almohadas.
Piensa que el cuerpo humano pierde buena parte de su calor por la cabeza, por lo que deberás facilitar esa liberación de calor.
Existen almohadas que incorporan dos caras diferentes: una para verano y otra para invierno. Lo que consiguen es que el lado para verano sea transpirable y deje disipar bien el calor.
Es esencial disponer de una buena almohada para garantizar un descanso de calidad, pero debe poder ofrecer un buen confort en las noches de verano.
Recuerda: cuando lleguen los meses de más calor deberás adaptar tu ropa de verano. Así podrás afrontar las noches calurosas de forma satisfactoria. Si te resignas a pasar calor no descansarás correctamente y luego sentirás el cansancio acumulado durante todo el día.
Lo mejor es que dediques un rato a revisar la ropa de cama que tienes actualmente y que compres todo lo necesario. Si descansas en condiciones luego rendirás a pleno rendimiento durante el día.